Shin rechaza la medalla de consolación ofrecida por FIE tras el error de arbitraje del lunes.
Pese a estar a punto de sacarle una tarjeta negra que la hubiera eliminado de la competición, pese a invitarla "amablemente" a abandonar la pista en la que ella desolada insistía permanecer, pese a "regalarle" en triunfo a la alemana, pese a sacar tiempo de donde no lo hay y sobretodo pese a rechazar la reclamación de Corea, ahora FIE ofrece una medalla de consolación a Shin.
Y es que parece que FIE ha hecho caso al dicho que dice "Más vale tarde que nunca", pero tras dejarse fuera a una tiradora que de ha dejado la vida entrenando para llegar hasta aquí, sin la posibilidad de llegar a luchar por el oro o la plata, las medallas de consolación no sirven.
Como si fuera poco la entereza y paciencia que Shin demostró, mientras todo el mundo veíamos claramente que cuatro acciones no se podían llevar a cabo en un solo segundo y nos debatíamos hasta que punto el reglamento justificaba el reinicio a un segundo por un fallo del árbitro y la mesa técnica, ayer Shin volvió a demostrar un aplomo increíble al rechazar una no merecida medalla de consolación.
"Esto no va a hacer que me sienta mejor, porque no es una medalla Olímpica. No puedo aceptar el resultado porque creo que se ha cometido un error" comentó la coreana de 25 años que rechazó categóricamente el premio ofrecido por FIE.
No se pueden ofrecer premios de consolación, cuando a los atletas se les exige un nivel extraordinario, cuando se ven sometidos a miles de pruebas tanto físicas como de material, cuando la presión recibida es inhumana, no si los árbitros y el equipo técnico que supervisa no tiene el mismo nivel extraordinario, no si no pasan las mismas pruebas exigentes ni tienen un nivel extraordinario.
Al árbitro el fallo se le perdona y se disimula con una medalla de consolación. Al atleta no se le perdona ni un fallo.
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